El Padrito nunca se rindió ante las muchas dificultades que una persona como Él vivió en su época, por eso nos contagiamos de su carisma y seguimos luchando día a día, contagiados de su amor y alegría. Talleres, gymkanas y celebraciones religiosas han servido para que hoy sea un día especial en nuesto Colegio. Que las circunstancias actuales no nos quiten la ilusión y la alegría con la que San Antonio María Claret emprendió su misión. 

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