Ayer fuimos al Hospital Ciudad de Telde para visitar a los ancianos del centro de día que necesitan atención y compañía. Me gustó mucho ver las grandes reformas que están haciendo en el edificio, porque parece una residencia más que un hospital. Todo ello para que los ancianos se sientan a gusto, como en casa. Hicimos una corta visita a las instalaciones, y en seguida tuvimos tiempo para charlar con ellos, conocerles, y jugamos un buen rato al bingo. Yo tuve la suerte de compartir la mañana con una anciana encantadora que me contó muchas cosas y me ayudó a superar el nerviosismo que sentía. Ella me dijo que en la vida había pasado por etapas difíciles, pero que nunca se había rendido. Además, me dijo que hay que saber estar bien, cada cual tiene que esforzarse para vivir feliz, porque de lo contrario, los demás te marginan. Y por hacer felices a tus seres queridos, que no desean que lo pases mal. Me enseñó a ver las cosas de otro modo, de forma positiva, y me hizo ver que es importante dar el 100% todos los días, luchar si estás triste, y no dejar nunca de cuidarse, de quererse. Ella dice que cuanto peor se encuentra, más se cuida. Estas palabras me hicieron sentir plena, la veía con tanta ilusión que me hizo comprender que hay que ser feliz, como ella, que a la mínima palabra que yo decía, sonreía. Ha sido una experiencia que me ha llenado, y ojala pueda volver porque me gustaría seguir hablando con ella, y volver a ganar al bingo, porque las dos tenemos muy buena suerte.

                                                  María Victoria Cárdenes Medina(4ºESO)