Normalizada la situación sanitaria tras el largo periodo de interrupción por la emergencia del Covid (prolongada durante casi tres interminables años…), estos últimos días finalmente hemos podido recuperar la práctica de las visitas a las Residencias de Ancianos o Centros de Día de de los cursos 3º y 4º de ESO. Esta salida, en años anteriores, se reveló siempre de gran valor educativo, un momento privilegiado en que los alumnos sacan a relucir sus mejores virtudes de sensibilidad y empatía mientras reciben lecciones valiosas por parte de los mayores y aprenden asimismo del testimonio siempre ejemplar de los trabajadores que cuidan de ellos con exquisita profesionalidad y entrega. 3ºESO-B ha sido el primero que ha tenido la suerte de visitar el Centro de Día ICOT de El Barrial (Gáldar), pasando un par de horas repletas de ricas vivencias. Por su parte, 4ºESO-A hacía lo propio en el Centro de Día de ASIDMA, en Telde. En ambos casos conocieron las instalaciones y los recursos varios que se utilizan para el trato requerido por los ancianos y ancianas que asisten a diario, aquejados de demencia en distintas fases; los alumnos han tenido ocasión de conversar con ellos, escuchar sus preciosos consejos y sus historias de vida, interesarse por sus gustos, recuerdos, etc. Resultaba emotivo observar a los alumnos empujando las sillas de ruedas o caminando de la mano de las abuelas mientras les trasladaban su cariño y respeto en un agradable paseo. Una hermosa imagen de familia social unida en torno al aprecio recíproco. Los alumnos de 3º pudieron compartir con los usuarios el momento estelar del día para muchos mayores: el juego del Bingo que tanto les distrae y alegra…. Los de 4º verificaron que también las nuevas tecnologías y las pantallas táctiles son útiles en la lucha contra el deterioro cognitivo y que algunos de los mayores eran muy aficionados a esa actividad. En suma, han sido incontables regalos que han dejado a todos satisfechos, por una y otra parte, anhelando ya el momento de la siguiente visita. La dificultad de despedirnos era clara señal de que se había producido un fructífero intercambio de amor. Seguro que será el inicio de una hermosa historia.