Cuarto día de nuestra expedición por tierras claretianas. Hoy hemos vivido uno de esos días especiales que, seguramente, será difícil de borrar de nuestras mentes y de nuestros corazones. Esta mañana nos han despertado a las 8:00 h para desayunar y poder estar saliendo en las guaguas a las 9:30 h, dirección Vic, lugar donde el P. Claret fundó la Congregación de los Misioneros Claretianos y dónde están sus restos.

Después de un viaje de dos horas, al fin hemos llegado al lugar que custodia a nuestro patrono. Allí hemos hecho tres grupos para visitar la Iglesia-cripta donde están los restos de Claret, el museo en el que se encuentran muchas cosas del santo y la catedral de Vic.

Realmente ha sido un momento muy emotivo contemplar el lugar donde descansa aquel que comenzó esta gran obra claretiana extendida hoy por los cinco continentes.

En el museo nos han ido contando muchos detalles y anécdotas de la vida de Claret. Cabe resaltar el momento en el que hemos visto la “celda” donde el 16 de Julio de 1849 el P. Claret, junto con otros cinco sacerdotes comenzaron “una grande obra” que hoy se extiende a más de 65 países de todo el mundo.

Una vez terminamos la visita celebramos la Eucaristía junto al sepulcro de nuestro patrón.

Después tuvimos un rato de descanso donde pudimos reponer fuerzas con el almuerzo.

Sobre las 16.00 h volvimos a coger las guaguas rumbo al hotel. Allí pudimos descansar un poco en las habitaciones o dándonos un baño en la piscina.

Por la noche cenamos a las 9.00 y después tuvimos un rato de descanso y esparcimiento en la mini-disco del hotel. Nos fuimos muy contentos a la cama a las 23:30 de la noche.

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