Hoy ha tocado madrugar: toque de diana a las 7:30 para desayunar y partir rumbo a Vic. Algo más de dos horas de trayecto en guagua para llegar a la ciudad donde se encuentran los restos mortales de San Antonio María Claret. A la llegada, caminamos hacia nuestro destino donde nos dividimos por grupos para realizar las tres visitas programadas: catedral, cripta y museo. Al igual que en Sallent, la comunidad de claretianos nos acogió con mucha hospitalidad y nos hicieron de guía a lo largo de los recorridos. En el museo, descubrimos nuevas anécdotas y datos de la vida de nuestro fundador, al mismo tiempo que pudimos ver algunos enseres personales del santo. Especialmente sentida fue la oración en la cripta donde se encuentran los restos mortales del Padrito. Tras la comida en la Plaza Mayor, visitamos el santuario de Monserrat, donde subimos al camarín de la Moreneta. De regreso al hotel, las fuerzas iban mermando y brotó en muchos de nosotros algún que otro sueñecillo. El bufet de la cena nos compensa el gasto energético del día, hoy con sorpresa cumpleañera incluida. Un ratito de discoteca y como novedad… ¡fiesta de pijamas… menudos modelitos se lucieron en la improvisada pasarela! Preparamos las maletas algo apesadumbrados sintiendo que este viaje se va acabando y mañana será nuestro último día… Visitaremos el Camp Nou y CosmoCaixa… Aún no lo hemos vivido, pero seguro que terminaremos con la sensación de que ha sabido a poco. Nos queda en el recuerdo, más allá de los momentos lúdicos y divertidos, el haber conocido el pueblo natal del Padrito y el lugar donde se fundó la Congregación. Ha sido para todos una experiencia que guardaremos entre los mejores recuerdos escolares.