La promoción de 2005 ya es historia viva de nuestro colegio. Ayer se despedían en un emotivo acto de entrega de orlas, en la que recordó desde su inicio en Infantil hasta la finalización de su Bachillerato, sin olvidar que por el medio han recorrido como ciclones los pasillos de Tamaraceite y que les tocó vivir un confinamiento poco después de aterrizar en Rabadán. Si han superado todo lo anterior, no cabe ninguna duda de que los caminos que se abren ahora ante todos ellos serán apasionantes. ¡Mucha suerte y hasta siempre!

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