El viaje solidario se va acercando a su fin, pero no disminuyen las ganas de acumular vivencias nuevas y de irnos confrontando con realidades que nos cuestionan y nos empujan a dejar a un lado nuestro estilo de vida insolidario. Hoy hemos conocido cómo viven en este entorno islámico las religiosas Carmelitas contemplativas. Nos ha sorprendido la fuerza y la sencillez al mismo tiempo de su testimonio cristiano, de su afán por acompañar este trozo de humanidad en su camino hacia Dios. Mañana viernes, último día, nos esperan aún emociones fuertes.