Después de tanto tiempo esperando ansiosamente este día, por fin me levantaba a las 7 de la mañana para comenzar mi viaje hacia Alcuéscar, una de las experiencias misioneras que todos los alumnos del Claret deseamos realizar al llegar a 1º de bachillerato. Todo lo sentido desde esa primera mañana era completamente nuevo, sensaciones y pensamientos se me pasaban por la cabeza y me hacían preguntarme ¿Qué me voy a encontrar allí?. Facturamos, cogimos el avión, llegamos a Madrid y fue allí donde una mini guagua nos recogió para llevarnos a lo que actualmente es y será nuestra casa por una semana. Tras 4 largas horas recorriendo carreteras y viendo paisajes muy bonitos, llegamos a un pequeño pueblo que casualmente se llamaba Alcuéscar, por fin estábamos aquí. Colocamos nuestras cosas, nos acomodamos y ya empezamos a tomar contacto con las 68 personas que se encontraban allí, es impresionante cómo desde un primer momento nos han tratado con tal cariño y con tal confianza, de hecho me sentía como si llevara aquí dos meses y sin embargo solo eran las primeras horas y he de decir que casi me costaba separarme de ellos. Por otro lado los miembros de la congregación religiosa se han comportado de una manera tan cercana con nosotros que nos facilitan nuestra adaptación, nos resuelven dudas, nos guían… y todo eso sin perder la sonrisa o una bonita palabra.

A parte de este primer contacto con los ancianos y los miembros de la comunidad, hemos hecho los primeros grupos de trabajo para realizar las diferentes tareas como son cocinar, fregar… Hasta yo misma me he sorprendido del tremendo buen rollo que existe en este grupo de 12 personas, creo que nos llevamos bien todos con todos y que por suerte no va a haber ningún tipo de problema relacionado con la convivencia, porque yo tenía ese miedo, el de no encajar con personas de mi grupo, pero como ya he dicho, estaba equivocada. Sin duda ha sido un primer día maravilloso que ha superado mis expectativas y que ha hecho que tanto alumnos como profesores tengamos una mayor ilusión por despertarnos mañana a la 7:30 y darle a todas estas personas todo lo que en nuestra mano esté.