La última noche de lluvia

Con el título “La última noche de lluvia”, nuestra alumna Marta Báez, de 3ºESO, ha ganado el Concurso de Microrrelatos organizado por la Sociedad Canaria de Profesores de Matemáticas ‘Luis Balbuena Castellano’. El certamen demandaba escribir una historia conectada con el mundo de las matemáticas, y ella creó una apasionante historia estructurada bajo una sucesión matemática de Fibonacci descendente, en la que el número de palabras que componía cada párrafo se iba reduciendo según dicta la progresión elegida. ¡Enhorabuena, Marta!
Les dejamos el texto ganador:
LA ÚLTIMA NOCHE DE LLUVIA
Aquella noche llovía, quizás si no le gustase la lluvia no hubiese salido por la noche a pasear, con la única compañía de un paraguas. Quizás si no hubiese salido no hubiese sufrido las consecuencias después. Tal vez, si hubiese visto el tren de otra manera, seguiría vivo. Hasta los doce años todo iba bien, pero ya no tenía doce, tenía catorce años, pero el número de sus preocupaciones no se acercaba al de su edad. Desde que le cambiaron de colegio, todo cambió.
Eran cinco personas, un buen número para una pandilla, pero todo el mundo sabe que cuando los padres les buscan un instituto a sus hijos, no siempre hacen lo que sus hijos quieren. De todas maneras, la amistad no es una prioridad, especialmente si los padres no se llevan bien. Dos de ellos se separaron.
Quedaban tres, todos saben que las amistades de tres no funcionan. Los triángulos no son una buena forma, y no siempre son tan simétricos como los cuadrados, ellos siempre tienen sus lados perfectamente igualados.
Cuando uno empieza a llevarse mejor con uno que con otro, los lados se empiezan a estirar, dejarán de ser equiláteros.
No fue culpa suya, él no empezó la pelea, él no le empujo.
Fue casualidad que el coche pasase tan rápido.
La culpa carcomía su alma.
Era su turno.
El tren.
Frío.
Oscuridad.
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