¡Vale la pena hacerlo!


¡Qué increíble es poder conocer a personas que disfruten con lo más mínimo…!
Así es P., un hombre encantador de 27 años, o eso es lo que nos dice él que, a pesar de sus dolores sigue jugando al bingo como el primer día. Él nos cuenta que gana todas las partidas, pero yo creo que eso es imposible, alguna tendrá que dejarle al resto.
P. es una persona sin habla que, cuando no sabe qué decirte te cuenta del 1 al 30, saltándose el 13 y nombrando el resto de cifras. Tiene una parte de su físico que me encanta, que es diferente al resto, está parada, pero yo puedo ver en ella un movimiento distinto, yo veo que funciona, que tiene un motor, aunque él a veces se queje de dolor.
También es un poco tímido, le cuesta socializar al principio, pero cuando se suelta no hay quien lo pare. Además, con esos ojos cristalinos tan cautivadores, ¡conquista a cualquiera que pase por delante! Ah, y no podemos olvidarnos de mencionar esa silla tan moderna que usa, es de otro nivel. Claro está que él querría pasar más tiempo de otra manera y no sentado, observando el mundo desde otra perspectiva. Todos pasaremos por momentos parecidos de querer o no querer, pero hay algunos que no se pueden solucionar o que su solución sea un extremo al que nadie quiere llegar.
De una cosa que no me habló en ningún momento fue de su familia, intentaba evitarla de cualquier manera, como dije antes, se ponía a contar, nadie sabe por qué, o bueno sí, él lo sabe, pero no lo quiere compartir con nosotros. Ya bastante hace con ponerse delante de nosotros y entretenernos durante un buen rato contándonos que su número favorito es el 69 y admirando su reloj cada dos por tres, porque a ti no te lo ha contado, pero él es del Barcelona. ¡No se pierde ningún partido! Si es que lo que son pasiones de la vida no se dejan atrás en ningún momento…
A lo que quiero llegar con esta pequeña redacción es que no hace falta ir más allá para encontrar a alguien al que hacerle compañía y, el cual te lo agradecerá y te reconocerá siempre. Que aunque al principio es difícil soltarse, como nos pasa a todos, al final acabas descubriendo a una persona maravillosa, distinta, especial. Todo eso lo guardamos cada uno de nosotros y hay que aprovecharlo antes de que se nos pueda acabar la oportunidad de disfrutar de lo que más nos gusta.
Ana Cabello
Ya llega la recta final de nuestra experiencia. Hemos estado todo el día organizando la fiesta para los residentes. Nos dividimos en varios grupos para preparar la decoración y la merienda. Durante la celebración bailamos y cantamos con los residentes, y a más de uno se le escapó alguna lágrima, ya que dijimos adiós a unas personas que nos han robado el corazón.
Antes de la cena, celebramos la Eucaristía y nos despedimos de uno de nuestros monitores, Tomas, que regresaba a Madrid, después de acompañarnos durante esta semana.
Finalmente, el grupo se reunió para vivir su última noche juntos.
María Socorro.
Y aunque parezca mentira, llegó nuestro último día. Un día muy cansado pero lleno de sentimientos.
Divididos en tres grupos, los alumnos han continuado las actividades programadas para la Semana. Aparte de la Residencia del Pino, destacar la visita a la finca de Arucas del Proyecto Almogarén. Este proyecto consiste en potenciar la reinserción social de personas que ya han cumplido su tiempo de condena, desarrollando labores agrícolas en las que los alumnos han colaborado. Otro grupo ha visitado las instalaciones del Banco de Alimentos de Marzagán y Arinaga, participando en la clasificación de los productos destinados a la ayuda social. Ha sido una oportunidad para escuchar el testimonio de personas que voluntariamente apuestan por una existencia solidaria.
En conclusión, la impresión de esta primera Semana Solidaria local es muy positiva, pues todo el nivel de 1º de Bachillerato ha estado inmerso en esta experiencia solidaria que deseamos sea parte de su vida.