Tras seis horas de viaje, hoy ha sido nuestro primer día oficial en Alcuéscar. La toma de contacto ha sido intensa y chocante, pero a la vez reconfortante para cada uno de nosotros. La acogida, tanto por los residentes como por las personas que trabajan aqui ha superado las expectactivas que traíamos. El día de hoy ha consistido en conocer las instalaciones, al personal, a la Congregación de religiosos que atienden la Casa de la Misericordia, celebrar la Eucaristía y pasar momentos de ocio con los residentes. 

   A la conclusión a la que llegábamos en la oración de esta noche ha sido la siguiente: para empezar un cambio en nuestras vidas, tan solo necesitamos los pequeños detalles que marcan grandes diferencias. 

   Un cariñoso abrazo desde Alcuéscar para nuestras familias, profesores y compañeros.

                                                         Sergio Tur y Sarah Rodríguez