En la mañana del lunes 19, un grupo de reclusos de la cárcel de Juan Grande,  acompañados por una asistente social, tres educadores y una abogada visitaron el colegio para compartir sus experiencias de vida con los alumnos de Segundo de Bachillerato.    

   En medio de un silencio sobrecogedor y una actitud de profunda escucha, los reclusos expusieron sus casos ante los alumnos, desgranando su recorrido existencial y trasladando cómo se hallan inmersos en un proceso de recuperación y desarrollo de sus más preciosos valores como personas. Algunos de ellos tenían algún grado de discapacidad intelectual, lo que permitió valorar aun más el enorme esfuerzo que llevan a cabo a fin de recomponer sus vidas y dotarlas nuevamente de una dignidad inalienable. En sus palabras, los alumnos encontraron un espléndido estímulo a la prudencia, sabiduría y adecuado aprovechamiento del gran regalo de la vida que se nos ha concedido, evitando desperdiciarla por adentrarse en caminos que conducen antes o después al caos. Insistieron especialmente en la necesidad de cuidar mucho las amistades y no contemporizar con nada que perjudique de algún modo la salud. 

   El encuentro resultó impactante y muy enriquecedor. A destacar, además del testimonio de los reclusos, la asombrosa y generosa actividad desplegada por la ONG Plena Inclusión Canarias al servicio de los reclusos discapacitados intelectuales. Una mañana, así pues, de un provechoso aprendizaje de los valores más genuinamente humanos, que deseamos fomentar y compartir con todos.