La semana pasada, los alumnos de Primero de Bachillerato celebraron en el colegio de Tamaraceite su convivencia de lanzamiento del PES. A lo largo de la mañana tuvieron ocasión de reflexionar, orar y discutir en grupo sobre el sentido de nuestro estar en el mundo y cómo conferirle el sello cristiano y claretiano que nos es propio. Un pensamiento guió nuestras reflexiones: 

   “Es muy importante preguntarnos desde dónde miramos la realidad. No vemos ni sentimos lo mismo desde todas partes. En este «gran teatro del mundo», todo está organizado para que miremos la realidad desde el frente, bien sentados en nuestra butaca. Los decorados, las luces, el vestuario y los personajes que se mueven en la escena están orientados para que nos impacten y capturen nuestra atención. Pero si entrásemos por detrás del escenario, veríamos otra realidad: decorados remendados y oscuros; vestidos poco vistosos contemplados desde cerca; actores tensos; luces que hieren los ojos, y podríamos observar una multitud de oscuros personajes sin maquillaje que nunca salen al escenario: tan solo cargan, limpian, callan, obedecen y aguantan en silencio, aparentemente ni siquiera existen. ¿Desde dónde miramos el gran teatro de nuestro mundo? ¿Cómo sabremos lo que sucede si nunca nos acercamos a él desde el revés de la sociedad, desde el debajo de la historia? ¿Cómo podremos contemplar lo que Dios hace de nuevo si miramos el mundo de los pobres desde lejos?”

     Esta es la razón de ser del Proyecto de Educación Social (PES): a través de distintas actividades de implicación social (voluntariado con ancianos, personas sin techo, marginados, niños y familias en situación de riesgo) abrir los ojos de los alumnos de Primero de Bachillerato y animarles a hacer opciones de vida que tengan en cuenta necesariamente la situación de abandono de los más frágiles, descartados y desfavorecidos de la sociedad. Este año contamos con la ayuda inestimable de un buen grupo de padres y madres de alumnos que van a compartir en primera persona el anhelo educativo del colegio: contribuir a dejar una impronta indeleble en cada alumno, de modo que se haga realidad el ideal del perfil de alumno claretiano y podamos enviar a la sociedad el regalo valioso de personas altruistas, solidarias, amantes de la justicia, defensoras de la verdad y del bien común. Iremos compartiendo el fruto de sus vivencias.