Siguiendo la práctica de los últimos años, los alumnos de 2º de ESO han reanudado su servicio en el comedor social del Carmen. Cada semana, cuatro alumnos tienen la oportunidad de derribar prejuicios y acercarse con espíritu de servicio a las personas menos favorecidas de la ciudad. Como todos constatan, en el comedor se recibe más de lo que se da, se aprende más de lo que se entrega. Transcribimos el comentario de una alumna: 

 

“Hoy hemos ido cuatro alumnos del curso al comedor social. Ha sido una experiencia única e inolvidable. Cuando llegamos, las hermanas y los voluntarios nos saludaron con mucho afecto y nos agradecieron que estuviéramos allí. Nos presentamos y empezamos a trabajar. Cuando servíamos los platos yo pensaba que somos unos privilegiados porque tenemos todo lo que necesitamos para vivir y más. Cuando me daban las gracias me daba cuenta de que hay gente que antes tenía para comer y, por algún motivo, ahora se ven sentados en el comedor. Ellos se lo comían todo sin rechistar y no tiraban nada al suelo.Al final, cuando se fueron y nos tocó limpiar, me dijeron que barriera, y yo pensé que no había nada que barrer: lo dejaron todo muy limpio, no como en el cole, donde se quedan demasiados restos en el suelo. Resumiendo, he aprendido que en el día de mañana te puedes ver en la calle, y que hay que ser generoso y trabajar duro para el futuro. Y de paso, de mayor poder ser voluntaria, colaborando económicamente o con mi tiempo. También he aprendido que es preciso valorar más las cosas, y las personas que nos quieren y nos ayudan.”