Tamaraceite10 de octubre de 2015

Carta a los hermanos sirios.

Los alumnos de 2º de ESO han escrito una carta solidarizándose con los cristianos de Siria.

 

CARTA A LOS HERMANOS DE SIRIA

                                     

                         

         Queridos, a través de la prensa seguimos aterrados las trágicas noticias de los padecimientos inenarrables por los que están atravesando. Queremos que sepan ustedes que estamos a su lado, que no están solos. Ahora están deprimidos, horrorizados por la guerra, apenados por sus difuntos, hundidos por la absurda violencia…, pero firmes en la defensa de lo que da sentido a sus vidas. Recuerden hermanos, que Jesús murió por todos y no permitirá que ese sufrimiento sea en vano. En cada bomba que cae, en cada granada que explota, en cada acto cruel de destrucción, él sigue dando la vida por nosotros. Ustedes son oro para él, su vida es demasiado valiosa. No desesperen, pues, no se rindan, sean persistentes en la fe. Tras los momentos más amargos de la vida aguardan instantes de felicidad y sorpresa cuando uno menos se lo espera, después de la tormenta luce el sol, porque Dios está siempre con nosotros y no deja de abrir caminos siempre nuevos para sus hijos. No todo termina con la muerte, nosotros sabemos bien que ésta es el paso a una vida más alta. Fíjense en el ejemplo de las hormigas: a pesar de su pequeñez, siempre permanecen unidas y eso las hace fuertes. Sepan también que si necesitan nuestro apoyo, les recibiremos con los brazos abiertos, brazos fuertes y solidarios. Compartiremos con ustedes nuestros bienes y nuestro mayor tesoro, la fe. Jugaremos con sus hijos y les haremos un hueco en nuestros colegios con muchísima ilusión. Aprenderán nuestro idioma mientras haremos que se sientan como en casa. Estos oscuros nubarrones que les entristecen y les llenan de angustia darán paso con nuestro amor a un hermoso arco iris de esperanza y nada ni nadie podrá alejar la paz y la alegría de sus vidas. María nuestra madre también tuvo que aguantar los latigazos, insultos, desprecios, que sufrió Jesús, pero le acompañó hasta el final, compartiendo su dolor. Como ustedes, ella también vivió momentos de agonía, de desesperación, pero supo ver el mundo con los ojos de Dios. Ustedes son la semilla de una humanidad mejor, de una familia de hermanos. Así queremos hacer nosotros también: haciendo nuestro sus sufrimientos queremos enviarles consuelo y alivio. Desde aquí les mandamos esperanza, fuerza, voluntad y amor. Recuerden que estamos siempre con ustedes.

La comunidad cristiana de Tamaraceite de Segundo de ESO

Otras noticias