Tercer día y no ha habido mejor forma de empezar, riéndome me encontraba ya a las 7:30 de la mañana. Hoy justamente tuve la suerte de que me tocara en el grupo de trabajo con la cumpleañera, así que a cada lugar que nos dirigíamos, todos los residentes le cantaban con mucha ilusión “el cumpleaños feliz.”Me impresionó cómo ya nos habíamos aprendido todos los nombres y cuál era la historia de cada uno. Me di cuenta de que les estaba cogiendo cariño a todos, y no solo a los residentes, sino a este pequeño grupo de 13 grandes personas.

  Estoy disfrutando mucho, verdaderamente he visto como una sola persona es capaz de sacar sonrisas a muchas más en tan solo un día. De este día me quedo en especial con el esfuerzo que ha realizado el grupo en hacer de este día no uno cualquiera. Entre el teatro, el bingo, los talleres… si no participaba algún residente, como mínimo se quedaba a acompañar. Verdaderamente pensaba que teníamos que hacerles pasar un buen rato a ellos, pero lo cierto es, que ellos son los verdaderos causantes de nuestras sonrisas y, por supuesto, carcajadas.

  Lo que más me gustó fue el momento en el que varios de nosotros nos dirigimos a “la escuelita” fue precioso ver como pintaban con ilusión cuando íbamos a ver sus respectivos dibujos, algunos hasta te los regalaban. Ahora valoro más que nunca lo que es el tener una familia y a gente que me quiere tan cerca de mí.                                                                   Amparo Rodríguez.