Nuestro último día completo en Tánger. El día comenzó con la misa en Casa de las monjas de Teresa de Calcuta. Después cada grupo se fue a su lugar de trabajo. Por la tarde, Sister Ludovica, Misionera de la Caridad, compartió su testimonio y la labor que realizan aquí. Es impresionante la confianza en Dios, la alegría y generosidad en la entrega por los más pobres entre los pobres.

Mañana será la partida y aquí se queda un trocito de nuestro corazón. El sabor a despedida se va notando y alguna que otra lágrima aflora en los ojos. Al final de la tarde hemos tenido un emotivo rato de oración dando gracias a Dios por lo vivido y cada uno ha compartido lo más significativo de la experiencia. Después hemos cenado, con ambiente festivo.

Mañana nos espera un día de convivencia en el Hogar Lerchundi: tradicional partido de fútbol y juegos y balies con nuestros apadrinados.

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